Las 3 fases del crecimiento de tu negocio: Infancia

Agencia E-commerce México



Los negocios están hechos para crecer. El problema es que muchos parecieran estar diseñados en contra de este principio. Funcionan, más bien, de acuerdo a lo que el dueño quiere y no de acuerdo a lo que el negocio necesita.

En el artículo anterior: Las 3 personalidades del emprendedor explicamos cómo Michael Gerber en su libro The E-Myth Revisited menciona que hay 3 personalidades combinadas en una sola persona:  el dueño. Una de esas 3 personalidades va tomando el control en ciertos momentos. De la misma manera el libro explica que, al igual que las personas, el crecimiento de los negocios pasa por 3 fases: infancia, adolescencia y madurez.  El entendimiento de estas fases explica la causa de muchos problemas que ocurren en los negocios.

Infancia

Cuando un negocio inicia, la personalidad del técnico toma el control. Lo que el técnico quería era deshacerse de "el jefe" y por eso inició su propio negocio. La realidad generalmente es que quería tener un nuevo lugar para trabajar y no tanto un negocio en sí.  Para desarrollarse, los negocios necesitan crecimiento y cambio,  y eso es algo que precisamente no le gusta al técnico.



Al principio es tanta la emoción y el optimismo que el técnico puede pasar trabajando muchas horas seguidas sin cansarse y disfrutando lo que hace. En este momento el negocio y el dueño son uno mismo. Si desaparece el dueño, deja de haber negocio.

El dueño, que en este momento es el técnico, tiene que hacer todo el trabajo incluyendo el no técnico.  El abogado tiene que hacer cobranza, el chef tiene que llevar contabilidad, el programador tiene que salir a vender etc. Llega un punto que ya es imposible que el dueño haga todo.



El problema con el técnico que se convierte en dueño de negocio es que tiene una visión de abajo hacia arriba. Una visión de las tareas tácticas. Un dueño de negocio debe tener una visión de arriba para abajo concentrado en la estrategia y no en la tarea. El técnico le gusta "hacer cosas" el dueño de negocio tiene que "pensar". Hay que recordar que, si el negocio depende totalmente del dueño, entonces el dueño no tiene un negocio, tiene un trabajo. Y frecuentemente ese trabajo es mucho peor que empleo del que decidió huir.



La fase de infancia termina cuando el dueño se da cuenta que para sobrevivir es necesario un cambio, necesita pedir ayuda. En este momento muchos de los negocios cierran. Los que sobreviven pasan a la siguiente fase: la adolescencia.


En el siguiente artículo platicaremos de la siguiente fase.