¿Puedes vender barato y tener ganancias? La respuesta corta es sí. Un ejemplo
de esto es el modelo de negocio del fast fashion.
El fast fashion consiste en producir rápido, a bajo costo y vender grandes
cantidades a bajo precio. Este modelo es dominante en la industria de la moda.
La industria de la moda tiene un valor de billones de dólares. En 2010 se vendían
70 millones de toneladas de ropa al año, que es un aumento en el consumo de
casi 200% con respecto al año 2000.
Y es que este modelo de producción permite introducir colecciones que se diseñan
y fabrican periódicamente y rotan rápidamente en tiendas. Como en todo, este
modelo de negocios tiene ventajas y desventajas y en este artículo hablaremos de
ellas.
Una gran ventaja del fast fashion es la velocidad y la flexibilidad en la producción.
Las marcas pueden sacar hasta 8 colecciones de forma anual y las prendas se
sustituyen rápidamente.
El consumidor se ve obligado a acudir seguido a la tienda, pues sus prendas
favoritas no estarán disponibles durante mucho tiempo, esta situación de
emergencia ficticia promueve las compras compulsivas.
Esta velocidad también favorece que los productos siempre estén enfocados a las
tendencias, haciendo a la moda accesible y rentable para todo el mundo.
En el fast fashion es posible encontrar precios muy accesibles en ropa de moda,
esto se debe a materiales de baja calidad, costos de producción reducidos,
mínimo servicio al cliente y poco gasto en publicidad.
No cabe duda de que es un modelo económico exitoso y marcas tan reconocidas
como Zara, Benetton, H&M, Uniqlo, Forever 21, etc. Trabajan en este esquema.
Los resultados no mienten, las ventas de estas marcas son millonarias cada año y
la industria es enorme, así que sí, se puede vender a bajo costo y generar
ganancias millonarias.
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