¿Cómo planear el crecimiento del personal?
“Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de los clientes”.
Estas palabras son de Richard Branson, fundador de Virgin Group y director de un conglomerado de empresas que cuenta con decenas de miles de empleados a nivel mundial. El magnate es conocido por sus éxitos en el mundo de los negocios, pero también por tomarse en serio y cuidar a las personas que trabajan para él.
La premisa básica de la afirmación de Branson es que cuando un empresario o dueño de negocios se esmera por cuidar a su capital humano, entonces esos mismos empleados pondrán de su parte para que los clientes se queden satisfechos. Esta idea se opone radicalmente a prácticas como recortes de personal o ahorro en la capacitación de los empleados que son implementadas para generar mayor rentabilidad al interior de la empresa.
Un dueño de negocios con visión a futuro y con capacidad de liderazgo sabe que emplear dinero en la contratación o capacitación de los miembros del equipo no es un gasto, sino una inversión. Es cierto que a corto plazo no gastar en un curso de marketing, por ejemplo, o no contratar a nuevas personas, significa un ahorro, pero a la larga, ese “ahorro” puede llegar a representar pérdidas económicas para la empresa. No invertir en los miembros del equipo significa que la compañía no los está cuidando.
Para optimizar los recursos, la capacitación de los empleados y la contratación de nuevos talentos
deben ser planeadas con cuidado. No todos los miembros del equipo tienen que recibir un curso de marketing, pero quizá sería útil que dos o tres sí lo tomaran, y quizá no es necesario contratar a nuevos empleados en cada departamento, pero sí en el área de contabilidad o producción. Para determinar esto, hay que revisar cuántas horas y cuántas personas se necesitan por servicio, y ver qué es posible hacer para mejorar la productividad.
Del mismo modo, el dueño de negocios debe tener claro hacia dónde se dirige la empresa y hacer un pronóstico de cuentas o ventas que se desean a futuro. Por ejemplo, si en una compañía de comunicación el empresario piensa en conseguir un cliente grande que hace mucho uso de nuevas tecnologías, sería útil dar capacitación a sus empleados para que sepan usar esas herramientas en caso de conseguir la cuenta o simplemente contratar a más personas con suficientes conocimientos para desempeñar adecuadamente el trabajo que podría pedir el nuevo cliente.
Por lo tanto, para planear el crecimiento de una empresa hay dos cosas que se pueden hacer. En el caso de contar con suficiente personal, quizá el crecimiento de la empresa signifique ayudar a esos empleados a desempeñar mejor sus tareas y a aprovechar más su tiempo y talentos. Por otro lado, es posible que las demandas de la empresa, una vez que se ha revisado cuántas personas se necesitan para desempeñar ciertos servicios y cuáles son los pronósticos a futuro, ameriten la contratación de nuevo personal. Sea cual sea la situación, la decisión involucra un análisis cuidadoso y una decisión razonada.
GDLsystems, agencia de marketing digital Guadalajara