Nadie imaginaba que en 2020 el mundo entraría a confinamientos prolongados a
causa de la pandemia. Sin embargo, sucedió, y esta circunstancia cambió todo
para la humanidad en muy poco tiempo.
En este artículo hablaremos de las consecuencias de la pandemia en los patrones
de consumo y lo que provocaron en la industria del e-commerce y el retail.
La transición digital ya estaba en marcha, sin embargo no había sido adoptada por
todos los comercios, pues algunos de ellos aún se mostraban escépticos del
alcance de la tecnología.
Sin embargo, los confinamientos lo aceleraron todo y el e-commerce tuvo una
explosión y ese crecimiento modificó los hábitos de consumo de la humanidad.
Pronto fue fácil ver la conveniencia de adquirir todo lo necesario para el día a día
sin tener que salir de casa.
Las empresas vieron un aumento en la productividad de sus empleados gracias a
la eliminación de los traslados a causa del home office.
Como consecuencia, las ventas online crecieron exponencialmente y se abrieron
nuevas oportunidades de negocio para muchas personas.
Pero los seres humanos somos sociales por naturaleza, por lo que con la
flexibilización de las medidas anti covid, la convivencia como la conocíamos ha
vuelto, por lo que, aunque el e-commerce se mantiene fuerte, está habiendo un
regreso al retail.
Y es que, a pesar de la conveniencia del comercio online, nada sustituye la
experiencia de acudir a una tienda y ver el producto en persona, además de que
puede ser más sustentable.
Viendo el producto en persona podemos decidir si es lo que buscamos y
comprarlo o no, o retornarlo a la tienda, pero lo hacemos nosotros mismos. En el
e-commerce, las devoluciones son convenientes, pero activan todo un proceso
logístico.
En primer lugar, recibimos el paquete que viene en un embalaje que genera
basura y si no nos gusta, podemos regresarlo, pero eso implica reempacar el
producto, transportarlo y regresarlo al almacén, un proceso que no es muy
amigable con el ambiente.
Así que ambas formas de comprar tienen sus ventajas y desventajas y el mercado
es suficientemente amplio para que ambos sigan funcionando con altos niveles de
rentabilidad, aunque el retail debe superar el rezago ocasionado por la pandemia.
Debemos entender que las tendencias se modifican en tiempo real de acuerdo con
lo que la humanidad está experimentando.
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